Alberto Ulzurrún, Mar del Plata
Desire de Astor Piazzolla
Desde el alma de Rosita Melo
El bandoneón
Nació en Castelli en 1931. A los 17 se fue Dolores para juntar dinero y al poco tiempo llegó a Mar del Plata. El objetivo era claro, comprar un bandoneón.
Es que en su infancia Alberto tuvo una experiencia muy profunda con el bandoneón
En una fiesta organizada por la escuela del pueblo, mientras él jugaba con sus compañeros, llegó a sus oídos el sonido de un bandoneón de una orquesta que amenizaba la jornada. “yo sufrí un encantamiento”.
“mis amigos me llamaban y yo no me podía mover, estaba como hipnotizado”
“Por eso digo que el bandoneón me eligió a mi, desde entonces los volví locos a todos hasta conseguir uno”
Ya en Mar del Plata y con Bandoneón, Alberto se dedicó a aprender a tocar de manera autodidacta
“agarré los métodos y le di, luego entré en las orquestas y me fui poniendo canchero”
Su primer Maestro fue el gran bandoneonista Federico Scorticatti, que había ido a vivir a Mar del Plata luego de la disolución de la orquesta de Di Sarli en Bs AS.
“Federico era un enamorado a muerte del bandoneón”.
En los carnavales de 1957 se incorporó a la orquesta de José Locatelli
Luego tuvo la oportunidad de compartir con su maestro, Scorticatti la línea de fuelles de la orquesta “Los caballeros del Tango” dirigida por Carlos Expósito.
Tocó diez años con Eduardo Valentino en fiestas y milongas de la zona.
“ Un día reflexioné, ¿Qué estoy haciendo? Tengo que tocar lo que me gusta a mí!, y ahí empecé a tocar solo” Agarré los arreglos de Astor y los de Máximo Mori”
También preparó chicos para los torneos bonaerenses en la categoría tango, entre los que se encuentra Esteban Nahuel que a los 12 años, y acompañado por el mismo Alberto, cantó y ganó la medalla de oro dichos torneos.
Hoy en día sigue tocando el bandoneón y dando clases a bandoneonistas.
Su relación con el instrumento es tan intensa y profunda como siempre:
“sin el bandoneón yo no sería nada, ya me hubiera ido de este mundo aburrido de tanto vivir” “Todos los días le pido a dios que me de mañana para poder seguir tocando el bandoneón”
Alberto tocó su bandoneón hasta el final de su vida en el año 2013.