Marta Ramos, Trenque Lauquen
Al Contemplarte de Marta Ramos
Palomita Blanca de Anselmo Aieta
Marta comenzó a tocar a los doce años. Su padre, Raúl Ramos era bandoneonista, violinista, compositor y director de su propia orquesta. Él compró un bandoneón para su primer hijo, pero éste no se aficionó, entonces esperó al segundo hijo, pero tampoco hubo suerte. Finalmente, la pequeña Marta lo agarró a los doce años por su cuenta , primero jugando y después estudiando, y mostró enseguida sus cualidades.
A los catorce años, su padre la llevó por primera vez con la orquesta donde tocó hasta los 21 años, edad en la que se casó. A su marido no le gustaba que ella toque y tuvo que elegir entre la familia o la música. Pasaron los años y cuando su marido murió, ella retomó el bandoneón.
“No sé si toco feo o lindo, pero sé que me gusta, que lo hago con mucho gusto … ahora las técnicas son distintas, todo se toca abriendo, estas son las técnicas antiguas como la de los viejos que están en sus casas como yo”.
Marta falleció en mayo del 2021, con el fuelle y su música como compañía hasta sus últimos días.