Este proyecto se financió con una beca del Fondo Nacional de Las Artes, año 2009.
Retratos fotográficos y registro sonoro de bandoneonistas de larga trayectoria en sus entornos íntimos. En sus casas, en aquellos lugares donde tocan habitualmente sus instrumentos y donde viven.
Ser bandoneonista me ha abierto en muchos casos las puertas y me ha permitido pasar tardes enteras con ellos, escuchar sus biografías, anécdotas y grabar sus interpretaciones favoritas.
Tangos, valses, milongas, zambas, chamamés. Todos ritmos populares de Argentina. Cada uno con su estilo y su repertorio.
El bandoneón ingresó en el tango en la década del 20 del siglo pasado y lo impregnó con su sonido. Tambíén se lo comenzó a emplear para ejecutar ritmos folklóricos del noroeste y del nordeste argentino.
En estos músicos populares se refleja este proceso y se puede apreciar una gran cantidad de recursos y formas de ejecución inventadas en función de nuestra música popular por músicos populares.